Sí, no me he vuelto loca, puede que tengas un producto vaca, perro, estrella, niño… y que no lo sepas. Y, si lo tienes, te vendría muy bien saberlo porque eso te ayudaría a decidir la estrategia y la unidad de negocio que has de seguir con él. Hay herramientas muy simples que nos ayudan a clasificar nuestros productos y nos ayudan a saber cómo venderlos, por ejemplo, las matrices estratégicas de producto, entre las que se encuentra la BCG.
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